Trás mas de 10 horas de vuelo con un transbordo en Moscú hemos llegado a Hanoi. Son las 8.00 de la mañana (las 3.00 de la madrugada en España).
Realizados los trámites del visado nos dirigimos hacia el exterior del aeropuerto, el calor es asfixiante, 38 ºC y según nuestro guía un 96% de humedad, algo habitual para la fecha en la que nos encontramos.
Nuestro hotel está situado en el centro, es el Luxor y tras una ducha fresquita en nuestra suite de lujo y un breve descanso nos dirigimos a comer algo a un restaurante que nos habían recomendado, el Litle Hanoi en la calle (Pho) Ta Hien.
A parte del calor, el ruido producido por las miles de motos que circulan de forma caótica por las pequeñas calles de Hanoi, es ensordecedor y ni que decir de la dificultad de cruzar sin ser atropellado. Aunque también se pueden encontrar pequeñas zonas de tranquilidad
Realizados los trámites del visado nos dirigimos hacia el exterior del aeropuerto, el calor es asfixiante, 38 ºC y según nuestro guía un 96% de humedad, algo habitual para la fecha en la que nos encontramos.
Nuestro hotel está situado en el centro, es el Luxor y tras una ducha fresquita en nuestra suite de lujo y un breve descanso nos dirigimos a comer algo a un restaurante que nos habían recomendado, el Litle Hanoi en la calle (Pho) Ta Hien.
A parte del calor, el ruido producido por las miles de motos que circulan de forma caótica por las pequeñas calles de Hanoi, es ensordecedor y ni que decir de la dificultad de cruzar sin ser atropellado. Aunque también se pueden encontrar pequeñas zonas de tranquilidad
En el restaurante local nos recomiendan rollitos frescos de pescado, noddles de pollo, un arroz con verduras con muy buen aspecto, y un pato con una salsa muy peculiar. La verdad es que todo está buenísimo. Además nos tomamos nuestra primera cerveza local, Tiger de 500 ml y no demasiado fria, pero con el calor que hace nos sienta estupendamente. Para nuestra sopresa, el precio final ha sido inferior a 3€ por persona.
Tras la suculenta comida nos dirigimos al museo de etnología en taxi, ya que está bastante lejos del centro. Dentro del mismo no veo nada muy interesante a excepción de una bicicleta cargada de nasas y algunas cosas relacionadas cn distintas etnias, no sé si será por el calor.
El exterior si es bastante más llamativo, en el encontramos diversas casa típicas, un teatro de marionetas de agua, etc.
Volvemos a la zona del hotel y decidimos dar un paseo por las calles del centro y por el camino nos encontramos un mercadillo nocturno y llegamos al lago. En esta zona nos encontramos dos inmensas avenidas con un tráfico de locura y si no mirad el siguiente video.
Tras una excelente cena salimos a la terraza en cuestión, pero no precisamente a que nos diera el fresco, porque el calor sigue siendo insoportable. En la misma está cantando en directo un grupo Filipino, no lo hacn demasiado mal, el sitio está atestado de gente y en conocemos a un montón de gente, sobre todo australianos que están trabajando en Hanoi.
Sobre las 12.00 de la noche nos dirigimos de vuelta al hotel, pero de repente empieza a llover como si se fuera a caer el cielo encima, rápidamente cogemos un taxi y nos lleva a la puerta de nuestro hotel.
¡Os seguiré contando mi aventura!
